Villa Nueva, septiembre 2024
“La memoria del corazón es la gratitud”
Queridos educadores Murialdinos:
En este mes de septiembre tenemos la hermosa oportunidad de celebrar a todos los educadores en sus distintos roles, por lo mismo es una ocasión propicia para recordar es decir pasar de nuevo por el corazón lo importante y significativo de nuestra tarea de EDUCAR CORAZONES a ejemplo de San Leonardo Murialdo y haciendo MEMORIA de todo el bien hecho en nuestra comunidad y AGRADECER por el don recibido.
Sabemos que educar es una obra de amor, porque es dar vida, es no olvidar que el amor es exigente, pide comprometer los mejores recursos, despertar la pasión, y con paciencia ponerse en CAMINO. Para un EDUCADOR MURIALDINO, el trabajo de ir todos los días a la escuela y encarar sin aflojar nunca el desafío de enseñar es una empresa de relevancia social.
El Educador murialdino es un maestro del riesgo razonable, pues un educador que no sabe arriesgar no sirve para educar. Es como enseñar a caminar. No se está seguro, pero se avanza y siempre se debe dar un paso más. El auténtico educador permanece en la escucha empática de los niños y jóvenes por ser una persona de ENCUENTRO. Y para hacer real ese encuentro todos necesitamos confiar en nuestros afectos. Querer lo que hacemos, querer a nuestros alumnos, profundizando valores y acompañándolos a un camino de conversión personal al encuentro con Jesucristo.
Educar tiene que seguir siendo para nosotros esa misión con horizontes compartidos, debemos alcanzar LA EXCELENCIA EN LA SOLIDARIDAD, que con gratitud hemos podido ver en nuestra última experiencia de MISION 2024 en San Martín hace unos días atrás. No se trata de educar para hacerlos buenos y generosos, hacer colectas, voluntariado. Es preciso crear una nueva mentalidad, que piense en comunidad, en prioridad de vida. Debemos hacer crecer en humanidad. Visionemos esa alianza entre humanidad y ambiente. El hecho de re-utilizar algo en vez de desechar puede ser una muestra de amor que exprese nuestra propia dignidad. Por lo tanto nuestra escuela tiene que ser una familia. Siendo familia la escuela se convierte en un espacio de diálogo de generaciones, donde toman contacto con la vitalidad de nuestra historia (memoria) y descubrir en ella la posibilidad del futuro y modelos de vida que ofrezcan inocultables signos de que algo nuevo es posible (gratitud).
Los invito a seguir ABRIENDO CAMINOS NUEVOS DE ESPERANZA con memoria del patrimonio recibido y asumido, con proyección a través de las utopías y sueños hacia el futuro. ABRIR CAMINOS tiene que significar, crear lugares de encuentro y diálogo dentro de nuestra casa educativa pero también promoverlos fuera, con personas provenientes de otras culturas, otras tradiciones. Abrir caminos es una necesidad para hacer proyectos educativos eficaces que muestren IDENTIDAD, para saber insertarse en la civilización, para promover LA CALIDAD, escapando del inmovilismo y de la fobia al cambio, ampliarlos horizontes del BIEN COMÚN y educar a todos en la pertenencia a la familia humana.
Nuestro Dios escogió el camino de la encarnación y así se convirtió en nuestro mejor pedagogo. Nuestro estilo pedagógico debe ser, entonces, 1) el del que sabe acompañar a sus alumnos a crecer, 2) el que nunca los deja de acariciar como hijos, y el 3) que sabe compartir la vida entera.
Con este saludo quiero agradecer el compromiso y pasión por enseñar de cada uno de ustedes, que su dedicación y esfuerzo continúen siendo una fuente de inspiración para todos.
En nombre de toda la comunidad religiosa de los Josefinos de Murialdo en Villa Nueva
FELIZ DIA EDUCADOR MURIALDINO!!!!
p. Jesús Francisco Castillo Bravo csj
REPRESENTANTE LEGAL