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ESTIMADA FAMILIA:

“Acuérdate… puede ser una palabra que en este tiempo que iniciamos y que nos conduce a la Pascua puede volverse en un “Slogan” espiritual para tratar de vivir con intensidad nuestro camino, particularmente en este año de DIOS, donde nuestra familia religiosa y carismática quiere llevarnos una vez más a lo que nos es esencial como cristianos y seguidores de Jesús.

 

“Acuérdate… que quisiéramos repetirnos a lo largo de las semanas que vendrán en la liturgia, cargadas de lecturas sugestivas, provocadoras para invitarnos como dice San Pablo a “despertarnos de un letargo” en que podemos caer; por el ritmo del trabajo o sencillamente por la rutina con que lo vivimos. Acuérdate que es querer avanzar, que será querer darle intensidad a la vida, mirar con otros ojos más atentos tantas realidades de nuestro camino. Acuérdate para que la Pascua no sea una fiesta como tantas otras, sino de verdad una Pascua de liberación, de Resurrección como la Iglesia nos lo pide y nuestras familias y comunidad lo necesitan.

 

Un ACUÉRDATE durante el cual ciertas fiestas litúrgicas deberían ser llamadas de atención, invitaciones a afinar la marcha: la fiesta de San José, los festejos de los 150 años de nuestra Congregación, no serán sino momentos particulares al interior del largo tiempo de Cuaresma para preguntarnos sobre nuestra fidelidad al Carisma o la respuesta interior a lo que DIOS nos pide.

 

Mi invitación fraternal es que durante este tiempo de Cuaresma, cuando la liturgia de la Iglesia se vuelve más expresiva en su mensaje, como EDUCACIÓN de nuestra fe y de nuestra VOCACION, sea para nosotros como gritos proféticos que resuenen en la historia de hoy para construirla según los designios de DIOS.

 

Se repite hoy con mucha insistencia que somos personas de una «memoria débil» con el riesgo de olvidar lo que es fundamental en la fe. Somos tal vez conscientes de una misión al servicio de los niños y jóvenes, pero podemos olvidar que esa misión no es un profesionalismo sociológico sino un profetismo cuya energía no puede venir sino de DIOS. Somos conscientes de vivir esa misión en nuestras familias y comunidad de manera organizada pero olvidando darle la calidad de la relación, la calidad del perdón, la calidad de la conciencia de construir juntos lo que la Iglesia nos pide como respuesta al carisma de nuestro Santo Fundador San Leonardo Murialdo.

 

Olvidamos tantas veces que no vivimos cerca uno al otro por nuestra propia decisión sino por responder a una vocación de servicio que ha tocado el corazón de cada uno de nosotros e hizo de los otros personas a las que debo descubrir en el amor, en la fe, en el Carisma y siempre como «dones» que ofrecemos y nos ofrecemos con sencillez y alegría de corazón.

 

La Iglesia durante este tiempo nos hablará de penitencia que no es sino el re-aprender las exigencias de un camino que busca ser vida auténtica de frente a un hedonismo que nos absorbe y debilita, nos hablará de una experiencia más intensa de oración y de escucha de la Palabra de DIOS, pues cuando éstas se pierden, la tibieza toma el lugar y podemos ser muy activos, pero sin dejar pasar la energía de DIOS en lo que somos o hacemos.

 

La Iglesia recordará con frecuencia ese sentido de traducir la fe en obras, las palabras de la caridad en gestos concretos que valorizan al otro y le ayudan a sentirse persona, reconocida, amada por los demás, entre nosotros o en relación con las personas con quienes compartimos la misión o que son objeto de la misma.

 

Hay que tener la valentía de «llevar la mano a la conciencia» es decir de bajar a nuestro mundo interior y con lealtad preguntarnos cómo y cuánto debo vivir esta cuaresma del año 2023. Cuánto y cómo el “Año de DIOS”, debe dejar huellas en mi vida, para tratar de vivir mejor, más auténticamente lo que con toda libertad digo que CREO o que he acogido al responder libremente a la VOCACIÓN que he recibido. Sin duda que cuando nuestro gesto es el de ACORDARNOS, podemos estar seguros de que DIOS que también tiene 2 memoria se ACORDARÁ de tendernos la mano, de iluminar nuestro camino, de invitarnos con amor a purificar nuestra vida y a responderle con mayor fidelidad. Él sabe muy bien que nuestro amor es “frágil y fugitivo», pero con su amor podrá volverse más sólido y auténtico y nos hará auténticos testimonios delante de las personas que nos ven vivir y servir cada día.

 

Pido a DIOS que nuestra Cuaresma 2023, que inicia junto a nuestro CICLO LECTIVO, sea vivida como un camino de Gracia donde nos ACORDEMOS siempre de buscar a Jesús.

 

Que Maria nuestra buena Madre, San José modelo de vida interior y de disponibilidad en las manos de DIOS y San Leonardo Murialdo nos ayuden a vivir esta cuaresma como un verdadero camino hacia la Pascua Liberadora que Jesucristo nos ofrece.

 

Buena y Santa Cuaresma

 

p.Jesús Francisco Castillo Bravo csj

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